Esta Danza aporta una gran movilidad articular en las zonas lumbar, cervical,
cintura escapular, evitando la rigidez de las articulaciones.
Hay tonificación
muscular, especialmente de la zona pélvica-abdominal y además de glúteos,
piernas y brazos.
Carece del efecto negativo del impacto en articulaciones, permitiendo un
trabajo cardiovascular de bajo impacto, lo que la hace recomendable para
cualquier edad y condición física.
Mejora los procesos fisiológicos propios de la mujer: alivia los síntomas de
la menstruación y la menopausia y compensa el proceso de descalcificación y
osteoporosis. Mejora el tránsito intestinal.
La danza oriental combina perfectamente erotismo y espiritualidad a través de
movimientos relajantes pero estimulantes a la vez, capaces de despertar los
sentimientos de la mujer, exteriorizando las sensaciones internas gratificantes
y liberadoras y armonizando nuestro ser interno con la belleza
exterior.
Resalta las formas y el atractivo del cuerpo, desarrollando su
autoestima y confianza en sí misma.
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